martes, 16 de noviembre de 2010

El interior de la Tierra


Cuanto más pensaba en ayudarla menos entendía como... cuanto más buscaba la forma de entender, porque no se movía, porque no se defendía... menos respuestas encontraba...

--¿por qué no te defiendes?-- preguntaba al aire.--¿por qué no mandas un tornado, una inundación... algo que les pare?--

Garoa hablaba a la Tierra buscando la manera de entenderla, de defenderla, y entonces pensó como...
--fusionándome...--
Ya lo había hecho antes... sabía que era la formas mas fácil de entender a alguien. Mientras empezaba millones de pensamientos circulaba por su cabeza

--Muéstrame tus sentimientos--

Ella seguía girando sobre sí misma, danzando, como quien escucha una canción que nadie más escucha, intentando sincronizarse con el planeta

--enséñame tus pesares, tus alegrías... tu dolor...--

Sabía que si lograba fusionarse no sólo encontraría la respuesta, sino también la forma de ayudarla

--Quiero ayudarte, enséñame... tu interior--

De repente Garoa se paró con la piernas cruzadas ,mientras permanecía de pie. Sus hijos que seguían sentados, agazapados para que su madre no supiera que la habían seguido, miraban qué hacía ella, se quedaron atónitos al ver el rostro de su madre que parecía haberse sincronizado.
Fue entonces cuando sus pies se enraizaron hasta lo más profundo de la Tierra más allá del magma y del núcleo... un lugar tan profundo que se podía notar el débil latir de la Tierra.

--AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH-- gritó Garoa que empezó a sangrar por los oídos, sus boca seca y agrietada le dolía tanto como si miles de agujas estuvieran clavadas por toda su boca, de sus ojos lagrimas de dolor e impotencia aparecían, pero sobre todo… de pena.

Notaba el dolor de la Tierra en ella, sentía la amargura en su interior, el dolor de centurias de tortura, notaba como sus pulmones apenas alcanzaba aire alguno pero entonces... ¿por qué aguantaba eso? en lo más profundo de su interior notaba la más potente de las fuerzas que bastarían para eliminar a todos de un solo movimiento, ¿entonces porque no se libraba de ese dolor...este sufrir...?

Garoa sacó fuerzas de sus doloridas articulaciones y bombeó desde su débil corazón la fuerza para empezar el cataclismo con el que su sufrimiento cesaría

--¿mama?--dijo Cecilia, su hija, asustada junto a sus hermanos y hermanas mayores que muertos de miedo querían ayudar a su madre.

Fue entonces cuando lo entendió. La Tierra, como ella, era madre...ella había dado vida a todo cuanto se veía en ella: los árboles, los animales, las nubes...incluso los odiosos humanos... los había visto crecer, vivir, incluso morir en ella... ¿cómo iba a levantar su mano contra sus hijos...aunque ellos fueran los culpables de su muerte?

Una lágrima apareció y descendió por la mejilla de Garoa, no era de dolor, ni sufrimiento... también era pena pero una pena distinta a la de antes… porque en cuanto ella, la Tierra, muriera...sus hijos estarían condenados... al igual que todo cuanto existía.

Garoa, terminó de fusionarse, cayó al suelo ya sin estar conectada a la Tierra y se desmayó.

Curiosamente, cuando Garoa despertó y le preguntaron qué sintió dijo --esperanza-- porque la Tierra aun moribunda... seguía teniendo fe en los humanos... en sus hijos y confiaba en que la ayudaría en algún momento,
exactamente la misma fe, que Garoa tenía en los suyos...

DCG (Demostradle que tiene razón... ayudadla...ayudadla...)

domingo, 7 de noviembre de 2010

El escritor eterno.


Hace años un escritor era famoso por la carga con la que escribia sus textos.
Escribia sólo con el alma. Según decía cuando escribia el simplemente cerraba los ojos y dejaba su mano fluir...

Miles de textos eran el resultado, cada uno con su propia historia pero todos con el mismo resultado. Personas de todo el mundo se sentía indentificados con lo que escribia.
A veces sus textos parecían ya empezados pues él mismo decia que una historia no empieza cuando uno quiere...sino cuando la historia se le antoja.

Pasó el tiempo y el escritor seguia escribiendo siempre con la misma energia que antaño y con la misma ilusión. Escribia pequeñas historias dedicas a ciertos amigos alegando que escribiendolas con el alma un trocito de esta era depositada en esos textos y asi un trocito de él estaría también con sus amigos.
Algunos tenian unos trozos más grandes que otros pero tras mas de un millón de historias cosiguió repartir su alma por todo el mundo.

Un día la muerte se acercó al escritor.
--vengo a por tu alma, ya no es útil en este mundo, vamónos--

el escritor asintió pensando que ahora le tocaría otra aventura, otros sitios de los que escribir, algo triste empezó a andar pero entonces millones de voces sonaban por toda la habitación donde el escritor y la muerte se encontraban. El escritor no entendía de donde venían esas voces, las cuales parecían estar leyendo. Esas voces no le dejaba caminar, la muerte se giró y miró extrañado al escritor.
Busco a su alrededor buscando la proveniencia de esas voces. Y de repente el cuerpo del escritor empezó a convertirse poco a poco en millones de letras pequeñas de un brillante azul cegador como chispas de bengala que empezaban a volar en millones de direcciones tantas como textos habia escrito.

Fue entonces cuando lo entendió, su alma estaba en todos los textos que habia escrito y las voces de sus amigos que leian a voz en grito como tributo al escritor eran aquellas voces que no le dejaban partir, que lo agarraban a estar junto a ellos...
La muerte asintió viendo las millones de letras que volaban y sacó un pequeño papel que el escritor reconoció casi al instante, pues era suyo. en él habia escrito:

"Sueño con el momento en el que vengas
sueño con que no me puedes agarrar
sueño que seré eterno
y que mi sonrisa como tu poder sea infinito como el mar"
(inmortal)

Unas pocas letras brillantes se acercaron al texto y se metieron dentro del papel.
El escritor quedaría eterno en sus palabras, eterno para sus amigos, inmortal por siempre y su sonrisa como el mar, sería eterna como eterno el agradecimiento de sus amigos que nunca perderá.

Se cuenta que restos de esas letras azules y brillantes aun vuelan por el mundo, no buscando los textos del mágico escritor sino buscando a la persona que como él crea en sus sueños y sobretodo que tenga fe. Cuando lo encuentre se unirá junto al alma de él para sentir la magia de volver a escribir... otra vez.

Diego C. González (Alquimista de sueños y 5º caballero de la literatura: La fe)

miércoles, 3 de noviembre de 2010


Esto lo pondré en los dos blog. No es una de mis historias ni algo que seguramente os importe. Es simplemente una reflexión que tengo que escribir en alguna parte.

Vereis, llevaba ya un tiempecillo que no me encontraba bien, tengo algunos problemillas personales, he perdido puntos de apoyo y creo que también...me trago muchas cosas que debería decirlas porque luego me reconcomo por dentro...

Pero no lo hago, intento poner buena cara, ayudar en lo qu epueda y solucionar todo lo que sea.
hasta hoy... hace unas 5 horas se podría decir que he petado.
Mi mente se fue de paseo, mis nervios se adueñaron de todo mi cuerpo y un dolor indescriptible (pero aguantable...) taladraba mi pecho y continuaba por mi brazo. Luego llegué a mi casa comi y ahi ya fue cuando ya no pude mas entre que no podia hacer un trabajo y demás, un sudor frio recorria mi cuerpo, el brazo que me dolia ahora era horrible y no podia articular palabra.

Creo que he llegado a mi limite...creo que tengo que desconectar. Creo que ya esta bien de hacer el capullo. Y ya esta bien de aguantar.
Dicen que cuando llegas a tu limite sólo tienes dos cosas, o aguantas o lo rompes y subes de nivel.
Bien, mas vale que suba de nivel... o la proxima vez duda que lo pueda contar, para que no me vuelva a ocurrir.


Asi que esto va para mi ya que nadie más parece poder decirmelo:

DIEGO, ANIMO, NO TE RINDAS Y RESPIRA POR FAVOR.

sigan soñando. (al menos podeis.)

martes, 2 de noviembre de 2010

Te estoy esperando


--No sabes el miedo que tengo...--Dijo Jake.

--bueno no te preocupes, todo el que llega aqui, tiene miedo alguna vez--dijo Malcus-- y sobre todo si llegas aqui como...bueno como has llegado tu.--

Malcus miró el cielo oscuro se volvió a Jake que con cara amarga miraba a su amigo.
--bueno vera--continuó Malcus-- tu has venido aqui... bueno---

--sólo--interrumpió Jake--¿no es eso?, he venido aqui sólo--
Jake se sentó en la arena oscura, miró el paisaje, una oscura playa era lo que veía, y una enorme amargura lo que sentía.

--mira...--empezó Malcus-- ella vendrá, si realmente es como dices...vendrá.--
Jake seguía mirando la playa que en ese momento representaba perfectamente su interior...oscuro, triste y algo misterioso.
--has sido realmente valiente llegar aqui cuando la última vez...bueno acabaste sin alma--dijo Malcus señalando unos trozos de piedras azules que emitían un debil brillo azul.

--no sé que hago aqui...--dijo Jake cogiendo un trozo de esas piedras.-- supongo que me gusta hacerme daño--

--no amigo mio--dijo su compañero aferrandose a su hombro-- estas aqui porque busca tu felicidad, porque buscas un sueño...--

--mis sueños...--murmuró Jake mirando el trozo azul brillante de alma que tenia en su mano-- mis sueños nunca se hacen realidad y si se acercan entonces se parten...¡como siempre!--terminó Jake tirando la piedra al agua.

Malcus apartó la mirada, estaba claro que Jake temía estar en esta playa tanto como la última vez.
--¿pero sabes?--dijo Jake entre lagrimas-- no me importa cual daño sufra...por primera vez en mucho tiempo, siento que estoy aqui por una buena razón--

Malcus sonrió abrazó a Jake y empezó a caminar
--¿estaras bien?--
--Creo que si...--contestó Jake--vendrá... no se si por la misma razón que yo...pero vendrá--

Mientras Malcus se alejaba, Jake miraba orgulloso la playa sabiendo que su corazón lo guiaba y que estaba haciendo bien pues su mente fría seguia pensando que aunque sufríria...merecía la pena esperarla... e intentar cambiar su interior, para que no fuese esta playa.

A lo lejos un brillo azul intenso aparecia en el agua...

--quizás... aun me quede alma...--dijo Jake.


Diego C. González (Alquimista de sueños y 5º caballero de la literatura: la fé)